La mejora de las unidades vendidas en determinados momentos en los que hemos detectados puntas de ineficiencia productiva conduce a un aumento de los beneficios siempre y cuando respetemos nuestra estructura de costes fijos actual y éstos no deban ser aumentados. Dichos costes también podrían incrementarse siempre y cuando las unidades vendidas fuesen superiores a las realizables sin mayor coste. Nuestra intención es corregir aquellos momentos en los que teniendo recursos disponibles, éstos se encuentran infrautilizados y para ello intentaremos lanzar campañas publicitarias quirúrgicamente puntuales con la intención de aumentar la productividad de los recursos infrautilizados que nos está provocando el descenso de rentabilidad. El conocer la composición mensual del coste de nuestros productos nos permite, sin ninguna duda, determinar una estrategia de precios capaz de lanzar ofertas y bien, aumentar nuestros beneficios potenciales o reducir las pérdidas provocadas por la ineficiencia de recursos infrautilizados. Los condicionantes de la normativa laboral producen situaciones que en algunos casos son no deseadas y no se ajustan a nuestro mercado. Para corregir dichas ineficiencias debemos corregir la productividad en aquellos momentos en que las campañas de comercialización habituales no han dado el resultado esperado, forzando al mercado, mediante ofertas atractivas, a corregir la improductividad causada. Todo ello conduce a encontrar un punto de equilibrio idóneo entre la normativa laboral actual y la productividad de nuestro recurso más sensible. La irregularidad de la curva de nuestro coste total es la que determina la improductividad de nuestros recursos y acusa errores en la gestión que se pueden corregir con estrategias comerciales. Nuestro objetivo debe ser conseguir una curva de coste total completamente plana.